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21st Sunday B. (160th Anniversary of ST. Nicholas Parish in Egg Harbor City.)




Introduce the Honorable Mayor of Egg Harbor City, Lisa Jiampetti

Acknowledge the Sisters of St. Francis, from Philadelphia

Acknowledge Priests former pastors, deacons and educators

“As for me and my household, we will serve the Lord.”

What Jesus said and what he continues to say may be too hard. But as for me, I will serve the Lord. [Let the dead bury the dead. Follow me.]

What Jesus did not do, and what he did do, might be gangster, but as for me, I will serve the Lord. [went up to Jerusalem. Rioted in the temple]

Whom Jesus loved might be scandalous, but I will serve the Lord.  [the Canaanite woman, the woman at the well. The Roman soldier. The tax collector. Judas]

Whom Jesus called and blessed they may be weird, but as for me, I will serve the Lord Jesus. [me. You?]

In a time of civil war, brother against brother, citizens against their President, the South against the Untied States; Catholics gathered in this Church to Baptize, confess, marry and die serving the Lord.

Through World Wars, human footprints on the moon, epidemics and depressions Catholics here consumed the flesh and drank the blood of Jesus, because as for them, they would serve the Lord.

Jesus had some hard sayings. Jesus did some unpopular things. Many of his disciples could not accept them, and did not accept him. Today many comedians make big money mocking Jesus, his sayings and his followers. Jesus asks, “Do you also want to leave me?”

For One hundred and sixty years some have said, to whom shall we go? Your grandparents and great grandparents, friends and enemies have said, “To whom shall we go?” As for us, we will serve the Lord.

And now new people from across the Caribbean, from across the Mexican desert even from across the oceans are here because as for them, they will serve the Lord! To have and to hold, In sickness and in health, for better, for worse, for richer, for poorer,  in good times and in bad, to love and to cherish  until death brings us to heaven, we will serve the Lord.

To serve the Lord begins when we kneel to the Blessed Sacrament. When we honor the name Jesus. When we confess our faults to the priest. When we make the sign of the cross. When we dress appropriately to celebrate the sacraments. When we become what we eat, the body and blood of Jesus, We serve the Lord.

Any atheist can feed the hungry, clothe the naked and visit the sick. We do this because we see who we are and we become who we see

St. Paul teaches, “No one hates his own flesh but rather nourishes and cherishes it, even as Christ does the church, because we are members of his body.”

Democrats and Republicans. Assumption and St. Nick’s, we are members of his body in the parish of Our Lady of Perpetual Help.

This is a hard saying. But as for us, we will serve the Lord.

What Jesus said and what he continues to say may be hard. But as for us?  We will serve the Lord.

What Jesus did not do, and what he did do, might be gangster, But as for us? We will serve the Lord.

Whom Jesus loved was scandalous, but as for us?  We will serve the Lord.

Whom Jesus called and blessed they may be considered sinners, but as for us?  We will serve the Lord.

In a time of civil war, brother against brother, citizens against We the People, Blue against Red, as for this house of God, we will serve the Lord.

 

 

 

 

 

“En cuanto a mí y mi familia, serviremos al Señor”.

Lo que Jesús dijo y lo que sigue diciendo puede ser demasiado duro. Pero en cuanto a mí, serviré al Señor. [Dejad que los muertos entierren a los muertos. Seguidme.]

 

Lo que Jesús no hizo, y lo que sí hizo, puede ser de gánster, pero en cuanto a mí, serviré al Señor. [Subió a Jerusalén. Se amotinó en el templo]

 

Aquellos a quienes Jesús amaba pueden ser escandalosos, pero yo serviré al Señor. [La mujer cananea, la mujer junto al pozo. El soldado romano. El recaudador de impuestos. Judas]

A quienes Jesús llamó y bendijo, pueden ser considerados pecadores, pero en cuanto a mí, serviré al Señor Jesús.  [Yo. ¿Tú?]

En tiempos de guerra civil, hermano contra hermano, ciudadanos contra su presidente, el Sur contra los Estados Unidos, los católicos se reunieron en esta Iglesia para bautizar, confesar, casarse y morir sirviendo al Señor. Incluso durante las guerras mundiales, las huellas humanas en la luna, las epidemias y las depresiones, los católicos aquí consumían la carne y bebían la sangre de Jesús; ellos servían al Señor.

Jesús tenía algunos dichos duros. Jesús hizo algunas cosas impopulares. Muchos de sus discípulos no pudieron aceptarlas, y no lo aceptaron a él. Hoy muchos comediantes ganan mucho dinero burlándose de Jesús, sus dichos y sus seguidores. Jesús pregunta: “¿También ustedes quieren dejarme?”

Durante ciento sesenta años algunos han dicho, ¿a quién iremos? Sus abuelos y bisabuelos, amigos y enemigos han dicho, “¿A quién iremos?” En cuanto a nosotros, serviremos al Señor.

 

¡Y ahora gente nueva de todo el Caribe, del otro lado del desierto mexicano, incluso del otro lado de los océanos, está aquí porque ellos servirán al Señor! Tener y retener, en la enfermedad y en la salud, en lo bueno, en lo malo, en la riqueza, en la pobreza, en los buenos y en los malos tiempos, amar y apreciar hasta que la muerte nos lleve al cielo, serviremos al Señor.

 

Servir al Señor comienza cuando nos arrodillamos ante el Santísimo Sacramento.

Cuando honramos el nombre de Jesús.

 Cuando confesamos nuestras faltas al sacerdote.

Cuando hacemos la señal de la cruz.

Cuando nos vestimos apropiadamente para celebrar los sacramentos.

Cuando nos convertimos en lo que comemos, el cuerpo y la sangre de Jesús, servimos al Señor.

 

 

Cualquier ateo puede alimentar al hambriento, vestir al desnudo y visitar al enfermo. Hacemos esto porque vemos quiénes somos y nos convertimos en quienes vemos.

 

San Pablo enseña: “Nadie odia a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como Cristo hace con la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo”.

Demócratas y republicanos. Assumption y St. Nick’s, somos miembros de su cuerpo en la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

Esta es una palabra dura. Pero en cuanto a nosotros, serviremos al Señor.

Lo que Jesús dijo y lo que sigue diciendo puede ser duro. Pero, ¿en cuanto a nosotros?       Serviremos al Señor. 

Lo que Jesús no hizo, y lo que hizo, puede ser de gánster, pero, ¿en cuanto a nosotros?      Serviremos al Señor.

Aquellos a quienes Jesús amó causaron escándalo, pero, ¿en cuanto a nosotros?           Serviremos al Señor.

A quienes Jesús llamó y bendijo, pueden ser considerados pecadores. ¿Y en cuanto a nosotros?  Serviremos al Señor.

En tiempos de guerra civil, hermano contra hermano, ciudadanos contra Nosotros el Pueblo, Azules contra Rojos, en esta casa de Dios, serviremos al Señor.

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